lunes, 2 de agosto de 2010

LA PUERTA DEL SABER


Todo el año paso una y otra vez por ella, en ocasiones lo miro y otras no me doy cuenta que esta hay. Muchas veces la tocan, la empujan y otras la golpean, lástima que no pueda hablar si no gritaría de rabia y de llanto se hundiría en pena.


Ella nos permite ingresar a nuestras labores escolares y a una vez da otras libertades…Me refiero a la ‘‘Puerta de mi Aula’’ de color marrón, cualquiera que la vea, de unos 2.20 metros de altitud aproximadamente para que hasta el más alto pueda pasar por ella; ni que decir de su dureza que soporta el trajín del día a día es realmente la puerta de mi aula, se utiliza todos los días…
Aunque se ve vieja y acabada, despintada e ignorada, sucia y maltratada, sin embargo siempre estará allí ocupando el ingreso y salida hasta que le den otra vida.



La puerta de nuestra aula está allí siempre para todos y como la veo también le dan con todo. No es el único ser sin vida al que se le puede describir de esta forma hay cosas que pasan desapercibidas pero solo con el cuidado y respeto hacia ellas se podrán ver aptas hasta que su material aguante, como la puerta es de madera.

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